Barroco - Teatro

Teatro Barroco

El teatro, durante el Barroco, no rompió con las costumbres de la etapa anterior, si no que añadió novedades que avanzarían las principales características del teatro moderno y el contemporáneo. 

En el siglo XVII se mantuvo la tradición medieval de representar obras religiosas en plazas, pueblos y ciudades, pero en este periodo el teatro se va haciendo cada vez más comercial y profesional. Los teatros como lugares destinados a la representación de las obras se convierte en una moda, y surgen compañías para gestionarlos. La gestión de estas compañías no abarca únicamente la organización de las obras, sino que abarca también el encargo de las obras y contratación de los autores, actores y el resto de personal.

Se vuelve habitual ahora que los autores trabajen para una determinada compañía y representen siempre sus obras en el mismo teatro y con los mismos actores. 

El teatro en general comienza a vivir una época de esplendor por los principales países de Europa. En Inglaterra Shakespeare y Marlowe compiten por el favor del público, así como lo hacen Racine y Moliere en Francia y Lope de Vega y Calderon de la Barca en España.

Características

Teatro religioso

Éste era manifestado a través de los llamados autos sacramentales, que eran piezas breves en un acto que presentaban personajes abstractos y alegóricos. Trataban sobre el tema religioso de la eucaristía o comunión y representaban un conflicto entre el bien y el mal. Estas representaciones se llevaban a cabo frente al Corpus, frente a la iglesia al aire libre. Y en algunas ciudades las escenificaciones se realizaban con lujosas decoraciones y efectos especiales. Este tipo de teatro era el instrumento más adecuado para explicar de forma comprensible al pueblo en dogma religioso.

Teatro cortesano

Éste era representado en los salones o jardines de los palacios. Las innovaciones escenográficas desarrolladas a lo largo del siglo, bajo el reinado de Felipe IV, permitieron efectos especiales muy nuevos para la época, de una gran espectacularidad. Por ejemplo, se logró hacer que los actores volaran, o que desapareciesen, lo que daba pie a la realización de extraordinarias comedias mitológicas o fantásticas. Estas representaciones venían acompañadas de una lujosa decoración y música. Estas obras eran únicamente vistas por el pueblo cortesano, y con creces lo satisfacían. Calderón usó gran parte de estos innovadores elementos escenográficos.

Teatro de los corrales

En España en concreto se desarrolla un espacio para la representación teatral ciertamente particular. El llamado corral de comedias, un patio de una casa de vecinos donde se construía un improvisado escenario. A estos corrales acudía público de todos los estamentos, incluso el propio rey. El pueblo llano debía ver las obras de pie desde el patio o pagaba un suplemento por sentarse en bancos, así como los nobles y demás personas importantes veían el espectáculo desde las ventanas y balcones de las viviendas que daban al patio. Los corrales eran también un lugar de encuentro donde se hablaba, comía y bebía.

Así pues, hablamos del espectáculo popular más popular de la época. Alcanzó un gran éxito con grandes autores como Lope de Vega o Calderón de la Barca. Estas representaciones constituían verdaderos acontecimientos sociales.

Las representaciones usualmente comenzaban a primeras horas de la tarde, aprovechando la luz diurna, y se prologaban varias horas hasta el anochecer convirtiéndose en verdaderas fiestas. El espectáculo no dejaba espacios vacíos, para evitar que el público se aburriese y se marchase. Así pues, comenzaban con una loa (una presentación en verso) y luego se procedía a comenzar el primer acto. Terminado este primer acto se representaba un entremés, y luego comenzaba el segundo acto. Tras el segundo acto se interpretaban canciones y bailes antes de comenzar con el tercer acto. Finalmente se finalizaba la obra con un sainete o un nuevo entremés.

Desde principios del siglo XVII el éxito de la comedia se volvió tan grande que dejó de ser sólo un espectáculo para el pueblo. Felipe III decidió convertir uno de sus patios en un corral para disfrutar también de estas representaciones con las que gozaba el pueblo.

Todas las obras representadas en los corrales eran conocidas como comedias, y podían ser tanto comedias en el sentido estricto o dramas que mezclaban elementos trágicos y cómicos al mismo tiempo. Así pues, en ésta época la palabra comedia adquiere un significado más amplio.

Autores y Obras

Lope de Vega

Vida y obra de este autor muestran un gran trabazón, una característica que pocos autores comparten. Félix Lope de Vega Carpio nació en Madrid en 1562. Perteneció a una familia humilde, y se formó en los jesuitas de Madrid en 1574. Más tarde cursó estudios universitarios en Alcalá en 1576 aunque no consiguió el grado de bachiller. 

Debido a unas sátiras que escribió contra la amada que la había abandonado (Elena Osorio) y su familia fue desterrado de la corte en 1579. Más tarde raptó, con su consentimiento, a la que sería su futura esposa Isabel de Urbina. Estuvo enrolado en, al menos, dos expediciones militares: en una conquistó la isla Terceira de los Azores en 1583, y la otra en la Armada Invencible. Tras enviudar se casó de nuevo, esta vez con Juana de Guardo en 1598, pero al mismo tiempo mantiene relaciones con una actriz, Micaela Luján, que le da dos hijos: Marcela y Lope Félix. Fue el secretario de varios personajes importantes como el marqués de Malpica o el duque de Alba. Posteriormente comenzó a trabajar para el duque de Sessa en 1605. Tras la muerte de su esposa y su hijo Carlos Félix, Lope decide ordenarse sacerdote y dejar de escribir. Pero a partir de 1616 vuelve a enamorarse y a componer ya que convivió y tuvo una hija con Marta de Nevares.

Tres años después de de la muerte de Marta de Nevares, la muerte de otro hijo y el rapto de una de sus hijas por parte de un caballero Lope de Vega murió en 1635. La obra de este autor es muy extensa, escribió Novela, Poesía y Teatro.

Poesía y narrativa

Desde joven, Lope de Vega fue un poeta popular debido a sus romances y sonetos escritos a menudo bajo pseudónimos conocidos y de tema autobiográfico. Escribió abundante lírica de tipo tradicional y sonetos de tema amoroso, religioso y burlesco. Se caracterizó por su poesía emotiva, sincera y de tono humano. Aprovechó los recursos del barroco, pero los mostró de una manera atenuada. Compuso también poesía épica, de gusto renacentista.

Algunas de sus obras líricas son: El Isidro (1559), La hermosura de Angélica (1602) y La Gatomaquia (1334).

En el ámbito de la prosa Lope de Vega cultivó la novela corta (La Filomena) , la novela bizantina (El peregrino en su patria, 1604), la novela pastoril (La Arcadia, 1598, que incluyó numerosos poemas) y, sobre todo, la novela dialogada (La Dorotea, una obra en la que narra sus frustrados amores juveniles con Elena Osorio).

El teatro

El teatro es el género literario fundamental en la obra de Lope de Vega, pues éste creó un teatro que conectó profundamente con el público de su tiempo, y marcó un antes y un después en el teatro español. Su obra supone la culminación de todos los intentos anteriores por crear un teatro moderno. Parece ser que el autor escribió mil quinientas obras, de las cuales sólo conservamos 400. Algunas de estas obras, según el autor, fueron escritas en un día.

Lope de Vega creó una nueva forma teatral en contraposición con la obra teatral clásica, la llamada comedia nueva.

Comedia nueva

Esta nueva forma dramática presenta numerosas innovaciones respecto al teatro anterior. Lope de Vega era consciente de que su objetivo era gustar al público, y por eso debía abandonar las rígidas normas clásicas que se habían impuesto anteriormente. Ésta nueva forma de hacer teatro alcanzó un gran éxito, basándose en la ruptura de las normas clásicas. Éstas innovaciones son:

- El rechazo de las tres unidades: de tiempo, lugar y acción. Lope de Vega rechazó lo dicho por Aristóteles y los renacentistas acerca de las tres unidades. Según ellos la obra dramática debía suceder en un único lugar, en el margen de un día, y debía exponer un único conflicto. Lope de Vega acabó con estas restricciones y permitió que las obras sucedieran en diversos lugares, en espacios de tiempo más largos, y permitió una acción secundaria. De esta forma pensaba convertir las obras teatrales en algo más verosímil, donde todos los conflictos no podían suceder en un día y en el mismo lugar.

- La presentación de la obra en tres actos. En el teatro clásico las obras se habían representado en cinco actos, o en cuatro. Lope de Vega aprovechó está innovación que había visto en compañías italianas y valencianas durante su destierro de la corte. Esto agilizaba la representación, y dividía la obra en tres partes: planteamiento, nudo y desenlace. Estos actos al mismo tiempo están subdivididos en escenas en las que se cambia de lugar y tiempo.

- La mezcla de lo trágico y lo cómico. Esto era inconcebible para los autores clásicos. Según la división clásica las tragedias debían ser serias, graves y majestuosas, así como las comedias debían ser vulgares y exclusivamente cómicas. Lope de Vega unió la tragedia y la comedia como algo natural, y lo convirtió en fuente de belleza para sus obras.

- El uso de diferentes tipos de versos. Ésta polimetría proporciona una variedad métrica que acaba con la monotonía. En las obras de Lope de Vega predomina el octosílabo, así como las estrofas suelen ser romances, redondillas, cuartetos, décimas, sonetos...  Esta norma rompe también con el esquema clasicista.

- El decoro. Esto es, la adecuación entre el tipo de personaje y su forma de hablar. De este modo cada personaje debía usar un lenguaje que lo caracterizase, dándole verosimilitud a la representación, y variedad al mismo tiempo.

- La mezcla de personajes nobles y plebeyos. En una misma acción pueden intervenir tanto personajes nobles (reyes, héroes, caballeros...) como personajes plebeyos (criados, agricultores...).

- El intercalado de elementos líricos. Se interpretan canciones y bailes para dar más espectacularidad a la representación, así como colorido y vistosidad. Esto anima al público y es muy apreciado por ello.

- La búsqueda del carácter popular y nacional. De este modo el público se siente identificado con ciertos aspectos de la obra, convirtiendo la acción en algo más familiar.

El teatro de Lope de Vega presentaba una temática variada: religiosa, histórico-legendaria, de enredo..., pero opinaba que los temas que más conmovían al público eran los de honra y honor. Los temas de las obras de Lope de Vega se clasifican en varios grupos:

- El tema religioso. Éste es mostrado a través de los autos sacramentales y en las comedias. Lo podemos ver en las vidas dramatizadas de los santos y en las leyendas de origen medieval, así como en dramas de inspiración bíblica.

- Las comedias de historia y leyendas españolas. Ambientadas en la Edad Media y basadas en asuntos tomados de crónicas, leyendas, romances y canciones. Este grupo incluye también los dramas de poder injusto, donde hay un conflicto entre pueblo y una nobleza injusta y tirana. El rey figura usualmente como una representación de la justicia que libra al pueblo de un noble tirano, y es aclamado por ello. La figura del monarca no es cuestionada en ningún momento, y si es este quien abusa de su poder la ofensa queda sin venganza.

- Las comedias contemporáneas de amor y enredo. Son obras llenas de intrigas que se situan en ambientes rurales o urbanos de la época. Éstas giran en torno a un tema amoroso con un tono desenfadado y final feliz. El sentimiento amoroso se presenta como una pasión noble y elevada, asociada a otras virtudes como el valor, la hidalguía y el espíritu aventurero.

Los personajes de Lope de Vega se repiten en sus obras, definiéndose por su manera de actuar y no por su manera de ser. De este modo se convierten en modelos sociales: como el rey, el caballero, el galán, la dama... Estos personajes no representan grandes pasiones o ideas, y son los siguientes:

- El rey. Representa el poder y la justicia. Favorece el orden y resuelve los conflictos sociales apoyándose en la justicia.

- El noble poderoso. Suele ser el antagonista que origina un conflicto con sus vasallos al abusar de su poder. En esos casos los vasallos reclaman justicia al rey o se vengan de su señor injusto.

- El caballero o hidalgo. Aparece como un padre, hermano o esposo que vela por el honor y la honra de la familia. Usualmente es el protagonista en las comedias de honor, y en ciertas obras de ambiente rural este papel es cumplido por el villano, que representa la honradez y el sentido moral.

- El galán y la dama. Es una pareja de jóvenes enamorados que pertenecen siempre al mismo grupo social. Generalmente el galán es un hidalgo o noble generoso, valiente y atractivo. La dama es bella y lista, gracias a la astucia de la cual se logran vencer los obstáculos que se interponen entre los dos enamorados.

- El gracioso y la criada. El gracioso acompaña al galán como criado, amigo o confidente y se trata usualmente de una persona cobarde y materialista. Además goza de un ingenio que da un tono distendido a las situaciones tensas. Vive a menudo una historia amorosa con la criada. La criada de la dama es también normalmente su confidente y hace de puente en la relación entre la dama y el galán. Muchas veces vive su historia amorosa con el criado del galán (usualmente el gracioso). A veces este papel es cumplido también por una amiga de la dama o una dueña, que puede actuar también como el gracioso.

Calderón de la Barca

Pedro Calderón de la Barca, de origen montañés e hidalgo, nació en Madrid el año 1600. Comenzó a estudiar en los jesuitas de Madrid en 1608 y posteriormente en las universidades de Alcalá y Salamanca.

Hacia 1623 empezó a estrenar comedias, y dos años después el rey Felipe IV lo convirtió en el dramaturgo de la corte. Calderón de la Barca proveyó de un extenso repertorio de obras teatrales a la corte, y en 1636 fue nombrado caballero de la Orden de Santiago por el rey. Fue un distinguido soldado al servicio del Duque del Infantado en el sitio de Fuenterrabía en 1638 y en la guerra de secesión de Cataluña en 1640. Pero fue herido en el sitio de Lérida en 1642, por lo que obtuvo una licencia absoluta y una pensión vitalicia. Posteriormente se ordenó sacerdote en 1651, y dos años después obtuvo la capellanía de los Reyes Nuevos de Toledo. A partir de ese momento siguió escribiendo comedias y entremeses, pero decidió priorizar los autos sacramentales. En 1663 fue designado por el rey como su capellán de honor, y volvió a la corte.

Compuso su última comedia en 1680, poco antes de morir. Se trata de: Hado y divisa de Leónido y Marfisa. Falleció un año después, y tuvo un entierro austero y poco ostentoso, tal y como manifestó que lo deseaba en su testamento.

El teatro

La visión del mundo de Calderón de la Barca es típica del Barroco, pesimista y conservadora. Su teatro es culto y plantea temas profundos con una cuidada elaboración.

Calderón partió de la innovadora fórmula usada por Lope, pero la hizo evolucionar claramente al suprimir lo secundario y centrarse en profundizar el esquema central. Todos los temas y personajes quedan en un segundo plano por debajo de un claro protagonista. Así pues todas las escenas innecesarias son suprimidas, y se ahonda en el personaje y la trama única y principal. Partiendo de la idea de Lope, el teatro de Calderón se convierte poco a poco en el suyo propio, algo que se puede apreciar analizando sus obras en el orden en el que las escribió. Su visión del mundo se manifiesta a través de rigurosas argumentaciones que denotan su formación filosófica y teológica.

Su teatro se define también con varias características:

- El lenguaje. Es culto y minoritario, abundan las metáforas difíciles, antítesis, elipsis, paradojas. Una muestra de la cuidada y magistral elaboración de este autor. Aunque en algunas obras más costumbristas usa un lenguaje más sencillo.

- Los personajes. A diferencia de los personajes de Lope estos están muy trabajados y no se corresponden siempre a un tipo de personaje en concreto. Los protagonistas elaborados, a veces, adquieren una dimensión simbólica, y encarnan ideas y sentimientos.

- La escenografía. Calderón introdujo numerosas innovaciones espectaculares en sus obras gracias a la escenografía de la que pudo gozar al trabajar en el teatro cortesano. En algunas de sus obras trabajaron ingenieros y especialistas que le brindaron puestas en escena espectaculares. Trabajó también con tramoyistas italianos con el fin de ofrecer una mejor escenografía.

Los temas del teatro de Calderón son filosóficos y teológicos, de una gran profundidad. Desarrolla en sus obras grandes razonamientos lógicos que denotan su formación filosófica. También intensifica los conceptos de monarquía y honor, propios del teatro de Lope, así como crea geniales comedias de enredo o de capa y espada.

Centrándonos en los temas de las obras de Calderón, estas pueden dividirse en diversos grupos:

- Dramas religiosos: La Devoción de la Cruz, El mágico prodigioso, Los dos amantes del cielo, El esclavo del demonio...
- Comedias contemporáneas de enredo o de capa y espada: El secreto a voces, La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar, No hay burlas con el amor...
- Dramas mitológicos: La hija del Aire y Eco y Narciso.
- Dramas de honor y celos: La niña de Gómez Arias, El alcalde de Zalamea, El médico de su honra, El pintor de su deshonra, El mayor monstruo...
- Dramas filosóficos: La vida es sueño (la mejor de sus obras).
- Autos sacramentales: El gran teatro del mundo, El gran mercado del mundo, La vida es sueño (basado en el drama del mismo título), A María el corazón, Laberinto del mundo...

La obra de Calderón de la Barca es muy extensa, consiste en ciento diez comedias y ochenta autos sacramentales, loas, entremeses y otras obras menores.

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