La Prosa
La nueva sociedad renacentista se basa en un cambio de mentalidad y en unas ideas que se transmiten a través de las obras de los humanistas. Este hecho da origen a una importante corriente de prosa didáctica, centrada precisamente en la discusión y difusión de las nuevas ideas. Uno de los géneros didácticos más cultivados en el XVI son los diálogos. Las preocupaciones religiosas, muy vivas en la época, originan dentro de esa corriente un conjunto de obras que tratan específicamente sobre la experiencia religiosa. Por otra parte, los importantes acontecimientos que se suceden en el siglo XVI, como la conquista de América, dan origen a libros de carácter testimonial, a veces autobiográfico, prosa histórica. Pero, además, en el siglo XVI se cultiva abundantemente la prosa narrativa.
-Los diálogos

Entre los autores de este género sobresalen los hermanos Alfonso y Juan de Valdés.
-Juan de Valdés: hermano de Alfonso de Valdés, nació en Cuenca el 1509 y murió en Nápoles el 1541. Era un humanista, erasmista y escritor español.
Escribió el “Diálogo de la lengua”, una obra en la que hace una defensa del castellano como lengua literaria.
-Alfonso de Valdés: hermano de Juan de Valdés, nació en Cuenca el 1490 y murió en Viena el 1532, también era erasmista. Escribe el “Diálogo de las cosas acaecidas en Roma”, en el que exalta la figura del emperador Carlos V.
También destacan las obras, “El Crotalón”, de Cristóbal de Villalón, el “Viaje a Turquía”, de Andrés Laguna y “De los nombres de Cristo”, de fray Luis de León.
-La prosa de contenido religioso
Alrededor de la religión se escriben en el Renacimiento numerosos tratados y obras en los que se aborda la experiencia religiosa desde un punto de vista personal.
Entre los escritores que tratan en prosa este tema destaca: Teresa de Cepeda y Ahumada, nació en Gotarrendura, España el 1515 y murió en Alba de Tormes el 1582. Escritora mística y reformadora religiosa española.
La principal obra de Teresa de Cepeda es “El castillo interior” o “Las moradas”, otra de sus obras es “Camino de perfección”.
-La prosa histórica

Sobresale entre ellos: Bernal Díaz del Castillo, nació en Medina del Campo, España, el 1496 y murió en Guatemala, el 1584, fue un conquistador español y cronista de Indias, autor de la “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, en la que relata con gran sencillez la conquista de México por Hernán Cortés, de la que fue testigo y protagonista.
-La prosa narrativa
A lo largo del siglo XVI, la prosa narrativa se convirtió en un género importante. Del prerrenacimiento proceden los libros de caballerías (textos fantásticos sobre las hazañas de un caballero) y las novelas sentimentales, que en esta época adquieren un gran éxito.
Ya en la segunda mitad del siglo XVI se desarrollaron las nuevas formas de la narrativa renacentista; entre ellas destacan las siguientes manifestaciones:
-La novela pastoril: se centra en el relato de historias amorosas de pastores. Obras más representativas de este género: “Los siete libros de la Diana” de Jorge de Montemayor, la “Diana enamorada” de Gaspar Gil Polo, “La Galatea” de Cervantes o la “Arcadia” de Lope de Vega.
-La novela bizantina (o de aventuras): tiene su origen en la literatura griega. En este tipo de narraciones se relatan historias amorosas entre personajes de alto linaje que se interrumpen por sucesos que separan a los protagonistas (viajes, raptos...) y que los someten a un obligado peregrinaje que termina con su reencuentro.
-La novela morisca: se basa en el relato de las luchas y la convivencia entre musulmanes y cristianos. Entre las obras más importantes de la época están la “Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa”.
-La narración breve: es un género que, aunque también está relacionado con la tradición de los exempla, surge influenciado por la literatura italiana, especialmente por la obra de autores como Boccaccio. El “Patrañuelo”, una colección de breves narraciones de Joan Timoneda, es la obra española más destacada del siglo XVI en este tipo de prosa.
-La novela picaresca: Este tipo de narrativa, iniciada por el “Lazarillo”, forma parte de la tendencia realista de la prosa del XVI. En el último año del XVI se publica “Guzmán de Alfarache” de Mateo Alemán. Ambas obras constituirán modelos para las manifestaciones de este género en el siglo siguiente.
En el “Quijote”, obra que se publica en el paso del siglo XVI al XVII, se ven reflejados gran parte de estos géneros.